Inauguramos la sección de reseñas con el siguiente texto sobre el libro La ciudad aislada, de Milton Hatoum, traducido por Adriana Kanzepolsky.

Por Sebastián Leonangeli // sleonangeli@gmail.com

La ciudad aislada, de Milton Hatoum

.Beatriz Viterbo editora (2013) 108 páginas/ 87$.

La pregunta se la hace un personaje a otro en el cuento “La naturaleza se ríe de la cultura”: “¿Por qué venir al Amazonas? ¿Por qué vivir en Manaos, esta ciudad aislada, casi perdida?”. La interrogada toma un mapamundi y señalando una región de Francia, le contesta “Allí pasé mi infancia, en un pueblo aislado, casi perdido.”

Entonces, lo aislado no es Manaos, ciudad natal del autor y donde se suceden la mayoría de los relatos del libro (o al menos no la única), los aislados son los personajes que pasan por ella. Los perdidos, los aislados, somos nosotros. Son los extranjeros que llegan a Brasil en los cuentos de Hatoum a buscar historias, cumplir sueños u obligaciones, y se ven atrapados por el Amazonas, su pasado y su presente.

Bajo esa lupa olvidémonos de encontrar un libro costumbrista que nos revele las vicisitudes y las tradiciones de la ciudad de Manaos. O por lo menos, no vamos a encontrar sólo eso en el libro. Vamos a encontrar historias mínimas, imperceptibles para el ojo que no retiene pero contundentes para el observador, hilvanadas por el hilo conductor de la mística del amazonas brasileño, tan distinto al Brasil Paulista o de Rio que estamos acostumbrados a leer en Lispector, Carvalho, Lins o Hist.

Hay dos relatos del libro, tal vez los más logrados, que se sitúan en el extranjero, uno en Barcelona, el otro en París, y sus personajes son exiliados por la dictadura militar brasileña. Estos relatos le dan un equilibrio necesario al corpus del libro, haciendo un doble juego: por un lado, los personajes escapan de la ciudad aislada para vivir en urbes cosmopolitas, en las que se reúnen en pequeños círculos cerrados de exiliados políticos, con lo cual, continúan tan aislados (o aún más) que antes, entrando en una espiral reflexiva que podría caer en el riesgo de ser totalmente aburrida si no estuviera bien sugerida y trabajada como lo está.

¿Es el mejor libro de Hatoum? Tal vez no. ¿Es una traducción literaria lograda? Tal vez tampoco (no está bueno que un personaje compre “mucha cosa”, traducido literalmente del muita coisa, por ejemplo). Pero si no le buscamos el pelo al huevo, tenemos un libro de relatos brasileros que no se alinean con lo que colectivamente entendemos como tales, y eso ya es mucho.

La ciudad aislada exhala todo el tiempo la Saudade de Jobim, el Sehnsucht de Rammstein, la añoranza de los tangos arrabaleros que nos aúnan en la búsqueda de esa idea de país que nunca llegamos a encontrar, y que según se ve, es universal.

Reseña publicada en Revista Tónica

La ciudad aislada de Milton Hatoum – Reseña de Sebastián Leonangeli